Tumores
La confirmación diagnóstica de un tumor cerebral en un niño, es algo inexplicable para cualquier evaluación racional que queramos hacer, más aún si nos unen lazos afectivos y muchísimo más si es un miembro de nuestra familia.
Cada individuo es único e irrepetible, cada niño tiene un contexto familiar particular, cada historia es única y es la de cada uno y es así como hemos sido formados y formamos las nuevas generaciones de neurocirujanos infantiles, para tratar cada Paciente.
La Argentina ha sido pionera en el mundo en la creación y formación de neurocirujanos especializados en pediatría, para tratar estas afecciones, entender y acompañar a las familias hacia un resultado favorable.
Los tumores cerebrales son las neoplasias sólidas más frecuentes en la infancia.
Menos del 10% de los niños con un tumor cerebral tienen un síndrome hereditario que les coloca en una situación de riesgo aumentado para el desarrollo de este tipo de neoplasias.
Hay diversos tipos de tumores encefálicos, sobre todo en cuanto a la agresividad o velocidad de crecimiento, también la zona cerebral donde se encuentra la lesión afectada es muy importante y de acuerdo al diagnóstico de ello, surgirán las conductas adecuadas para cada caso en particular.
La tecnología, nos permite en este momento realizar diagnósticos precoces y precisos. Del mismo modo contamos con instrumental de alta precisión con lo que podemos llegar a casi todas las áreas del encéfalo evitando dañar a los tejidos normales cercanos a la zona tumoral.
Siempre se debe trabajar en equipo con profesionales especializados en estas enfermedades: Pediatras, Oncólogos, radioterapeutas, Patólogos, Biólogos, Psicólogos, Fisiatras, Kinesiólogos, Cirujanos especializados en áreas vecinas al encéfalo y médula espinal. A los neurocirujanos nos compete encarar la cirugía con el objetivo de una remoción total de la lesión y en los casos que la situación no lo permite, lograr la descompresión más amplia posible. El acto quirúrgico provee, además, de muestra de tejido para analizar y lograr un diagnóstico de certeza.
Los tumores cerebrales en los niños, tienen en este momento alternativas de tratamiento con buenos resultados en un alto porcentaje de los casos. Lográndose en algunos tipos tasas de curación a cinco años cercanas al 70%.
Los mejores resultados se logran mediante el tratamiento de un equipo neuroncológico experimentado con el soporte de una institución de jerarquía que permita restituir a ese niño a su vida de la mejor manera posible.